Camarga histórica

Embarque en Aigues Mortes

Aigues-Mortes, ciudad medieval del siglo XIII, fue fundada por el Rey Luis IX, más conocido como San Luis. Fue el primer rey que contó con un puerto en el sur de Francia. Esta posición estratégica le permitió organizar las primeras cruzadas en Tierra Santa en 1248 y 1270. Con el paso de los siglos, el acceso al mar Mediterráneo se fue cubriendo de arena poco a poco, y las torres se transformaron en prisión.

Algo poco habitual, la ciudad de Aigues-Mortes ha conservado la totalidad de su recinto de 1.643 m. Actualmente se pueden ver las murallas y la torre de Constance en visita acompañada o visita libre con audioguía. Desde lo alto de las murallas o desde la terraza de la torre del homenaje, podrá disfrutar de unas magníficas vistas de Camarga y de las salinas.

Como anticipo de la visita, puede consultar esta visita virtual de la Torre de Constance.

También puede optar por visitar Aigues-Mortes en el pequeño tren turístico: 25 minutos de paseo comentado, para relatarle la historia de la ciudad medieval fundada por San Luis. Comentarios audio disponibles en francés, inglés, alemán, neerlandés, italiano y español.

La península de Maguelone y su abadía

Poco después de pasar Palavas les Flots llegará a Villeneuve Maguelone. Haga una parada para descubrir su catedral románica que data del siglo XII. Se levanta en una antigua isla convertida en península. Cuenta con un entorno destacado de agua y vegetación, y está situada entre mar y estanques, playas y viñedos.

Durante siglos, esta abadía sirvió de refugio para varios papas expulsados de Roma o incluso de punto de partida de los peregrinos del Camino de Santiago de Compostela.

Actualmente, la catedral de Maguelone es un importante testigo del arte románico de Languedoc. Puede visitarse con o sin guía. Si se decide por la visita libre (todos los días de 9:00 a 18:00) puede beneficiarse de una audioguía.

Sète, a las puertas del estanque de Thau

Sète, sus barcos para las famosas Justas Náuticas© Fotolia Fred34560

En la continuidad del Canal du Midi (entonces conocido como Canal Real de Languedoc), el Rey Luis XIV deseaba ofrecer una desembocadura marítima a su famoso Canal. De esta decisión nació la ciudad de Sète, en 1666. Para la inauguración de la ciudad y de su puerto, se organizaron grandes justas náuticas que, desde entonces, son indisociables de la ciudad de Sète.

Además del puerto de Sète, la ciudad dispone de muchas otras ventajas: sus playas, sus museos, su centro ciudad cuadriculado de canales o incluso el Mont Saint Clair que ofrece unas excepcionales vistas hasta los Pirineos… El ambiente particular que reina en la ciudad ha seducido a muchos artistas de todos los ámbitos como Paul Valéry, Jean Vilar o Georges Brassens: otros tantos escritores, poetas y cantantes o artistas pintores que exponen en galerías de todo el mundo.
Si su crucero fluvial le lleva hasta Sète, a las puertas del estanque de Thau, no se pierda los siguientes descubrimientos:

• Museos: El Centro Regional de Arte Contemporáneo Languedoc-Roussillon, el Espacio Brassens, el Museo Paul Valéry, el Museo Internacional de Artes Modestas y el Museo del Mar.

• Patrimonio folklórico: Las famosas justas náuticas organizadas todos los años desde 1666, alrededor del 25 de agosto, durante la fiesta de San Luis.

• Gastronomía: Pruebe la cocina de Sète, inspirada en el mar con sus mejillones y calamares rellenos, su bourride de rape, la sepia en rouille, la sopa de pescado, la dorada y los moluscos del estanque de Thau. Podrá degustarlos en los restaurantes de Sète o a descubrirlos en los mercados cubiertos centrales y en los mercados abiertos, donde se encuentran estos productos directamente del estanque de Thau y del mar.

Etapa fluvial en Saint Gilles

Fachada de la abadía de St Gilles
clasificada patrimoine mondial de l'Unesco

Saint Gilles debe su nombre a un antiguo noble convertido en ermitaño, que se refugió aquí en el siglo VIII. Su vida ejemplar inspiró a muchos católicos que decidieron fundar una abadía en su honor: la construcción de esta abadía se escalonó del siglo VI al siglo XV. La tumba de Saint Gilles se redescubrió en 1865, y la antigua y peregrinación se reanudó en 1965.

Si ha decidido navegar hacia el Oeste, su crucero fluvial en Camarga le llevará dirección a Sète. Si, a la inversa, navega hacia el Este, llegará a la ciudad de Saint Gilles que bien vale una pequeña parada fluvial para descubrir su abadía.

Desde 1998, la fachada de la iglesia abacial está inscrita en el Patrimonio mundial de la UNESCO, en concepto de etapa en los caminos franceses de Santiago de Compostela.

Nîmes a pocos KM del canal del Ródano en Sète

El anfiteatro de Nîmes 
©OT Nimes – D. Marck

Si continúa su navegación por el Canal del Ródano en Sète, llegará a Bellegarde. Desde ahí, puede tomar un taxi para llegar a la ciudad de Nîmes, situada a 15 km del borde del Canal. Sería una lástima no ver los espléndidos monumentos de la época Romana, como el famoso anfiteatro de Nîmes, el templo de Diana, la casa cuadrada, el recinto romano y su Torre Magna.